Ahora que ya tengo los treinta y todos, hay muchas cositas que han pasado por mí. Ni más ni menos que una pandemia mundial, un encierro sola, dejar la ciudad, un embarazo, un bebé en casa, un postparto, una mudanza.
Me apetece escribir con más detalle las cosas vividas, quizá lo haga.
Por ahora solamente quería permitirme el placer de estar sentada delante del ordenador con un café, en silencio. Sola con mis pensamientos.
Conseguir esto en el último año y medio ha sido bastante difícil con un ser pegado a ti 24 horas pero ahora que poco a poco ese ser empieza a pasar ratos sin ti, quiero empezar a buscar yo también mi nuevo sitio. Volver a subirme a la vida y no se cómo se hace esto la verdad. Volver a mi yo de antes de Mara es imposible pues ya no soy esa persona y tampoco tengo interés en serlo. Me gusta mi yo de ahora, me siento feliz de lo que estoy viviendo pero también hay cosas que cuando las veo me da morriña. Este día lloré al ver mis zapatos de cabaret entre todas las cajas aún sin colocar de la última mudanza. ¿Dónde quedó esa Loira farandulera? Cuando voy a la ciudad a algún recado (no suelo ir mucho si no tengo que ir) y me siento a tomar un café en alguna cafetería cuqui me remueve pues solía hacerlo mucho y ya no lo hago.
Hay gente que dice “es que tener un bebé no tiene que impedir que hagas todas esas cosas de antes” claro que no, quizá vuelvan pero no lo harán de la misma manera y hasta ahora no empecé a sentir ganas de que vuelvan, ni de salir de esto que me he montado, “este chiringo”, como yo le llamo.
La sensación que tengo es de haber estado como hibernando en un lugar seguro, calentito, sin reloj, sin prisa, comiendo rico. Llorando mucho, si pero muy a gusto. He ido conociendo a un nuevo ser y ella a mí, hemos ido sobreviviendo cada día como mejor sabíamos y ahora siento que ha llegado el momento de empezar a salir poco a poco de esa cueva, ese nido y abrir la puerta para ver qué pasa al otro lado.
La gente que me ha acompañado en esta hibernación sigue ahí fuera pese haberme olvidado de cumpleaños, de cuándo tenían cosas serias de médicos, nuevos romances.
A pesar de eso, sé que me acompañarán en esta nueva etapa donde estoy aún bastante perdida de cómo empezar a vivirla.
Fotografía Barriguita Despeinada